lunes, 7 de julio de 2014

ATAEGINA Y VAELICUS

Continuando con la cultura de los vettones hoy voy a presentaros a dos de las divinidades más importantes de esta cultura, y en realidad, de gran parte de todo el territorio de influencia céltica peninsular.

Ataegina/ Ataecina:

            Es de las divinidades más conocidas y extendidas por el elevado número de exvotos dedicados a ella y de los lugares sagrados. Su principal centro de culto se considera que está en Turobriga, una ciudad solamente citada por Plinio y que se creé en la Beturia céltica.
            Se identifica con la santa cristiana Santa Lucia, esto es debido a que en un santuario visigodo dedicado a esta misma santa de época visigoda se hallaron un número considerable de aras dedicada a esta diosa prerromana. Esta santa es la patrona de los ciegos, es la que da la luz desde la oscuridad, desde un punto de vista literal y espiritual, al igual que la divinidad pagana.
            Las cualidades que se le atribuyen a esta diosa son muy similares a los de la diosa griega Proserpina y por eso se asimiló a ella, debido a que sus atributos son principalmente los mismos. Por lo tanto sería considerada una diosa de los infiernos, pero también representaría el renacimiento y la vuelta a la vida por ejemplo de los ciclos naturales como las cosechas.


Al estar identificada con la muerte, y consecuentemente con la noche, se le adjudica la luna como símbolo. También es considerada como una madre tutelar o gran madre de la naturaleza. Los romanos la equipararán a su diosa Cibeles que asimilaron desde los cultos orientales.
Su traducción desde el celta antiguo podría significar como “AteGena”, la nacida de nuevo, lo que refuerza su carácter de diosa de lo escatológico. Otra de las traducciones posibles viene dada desde el gaélico irlandés, que la atiende como una diosa de la noche, pues la raíz “adaig” significa noche, tal como el estudioso Steuding marcara. Pero esta teoría no deja de estar muy discutida y pocos lingüistas comparten esta opinión.
            Los símbolos que caracterizan a la diosa son un ramo de plantas y flores y el animal con el que siempre va acompañada es una cabra, que muchas veces se ve en las representaciones votivas por medio de figurillas de bronce o terracota que se han hallado en tumbas, algunas de esta incluso con inscripciones que hacía referencia a la diosa.


Vaelicus o Endovélico:

            Uno de los puntos principales del culto de este dios, deducido por la abundante cantidad de inscripciones se encuentra en la zona de Candeleda, cerca de castro de El Raso.
            Se le rendirá culto también en época romana siguiendo la tradición que había antes de la conquista de la península por parte del ejército romano. Está relacionado íntimamente con el teónimo de Endovélico, que era el dios más importante dentro de los lusitanos. Lo más seguro es que se refieran a la misma divinidad pero que varia su nombre por un la territorialidad al cambiar hacia zona lusitana.


            Se le relaciona con el cristiano Arcángel San Miguel, y cerca de lugares de culto de Vealicus se pueden encontrar ermitas y zonas dedicadas al culto del santo cristiano. Su relación con el fuego sagrado, el carácter bélico y al mismo tiempo protector y de justicia divina es más que remarcable en este caso.
No sería muy diferente de la personalidad del dios galo Sucellus.
            La medicina, el mundo infernal y de la otra vida, la adivinación y todo lo que tiene que ver con los productos que la tierra da con su explotación como puede ser la minería, especialmente la del hierro.
            Los animales que le representan son según algunos autores el jabalí y en un mayor número de casos se identifica con el lobo, que incluso se puede encontrar en la raíz celta del nombre del dios el nombre del animal “vailos”.
            Otros dioses que serían importantes de mencionar aunque no se profundice en ellos y que coinciden con algunas de las divinidades lusitanas: Bandua, Nabia, Reve o Cossus.

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