lunes, 24 de febrero de 2014

LA SOMBRA


En la mitología de todas las religiones siempre ha habido una figura que ha representado lo más oscuro del pensamiento y del comportamiento humano, ésta es La Sombra


Ésta era la personificación de todo aquello que el individuo reprime y se niega a aceptar que pueda formar parte de su psique, de su más profundo ser interior. Generalmente se ha tratado a estas imágenes, dentro de los cuentos y las religiones, como demonios, diablos, seres oscuros que tientan y hacen insufrible su existencia al humano.
Como es lógico, lo primero que nos acude a la mente al leer esta descripción es el Diablo cristiano, la antítesis de Dios y de lo que se supone el camino correcto y de un comportamiento de acuerdo con unas normas que mantiene el equilibrio en la sociedad. Ello representa la destrucción, no sólo física, si no en este caso, más la anulación de lo profundo del individuo y de la personalidad.

Azazel, Abadón, Lilith, Samael, Lucifer, Iblis en los musulmanes, Rakshasa en el hinduismo, el babilónico Pazuzu, el Rahab del Talmud, Seth en Egipto o Apofis, Astaroth, son solo algunos de los nombres de estas “encarnaciones” de La Sombra.
Si bien está presente en todas las culturas podemos comprobar cómo adquiere una importancia muchísimo más notable equiparable con la fuerza creativa y del bien en las religiones de corte monoteísta, presentando más variedades de este arquetipo.

Ahora bien, realmente ¿qué es La Sombra dentro del inconsciente colectivo cuando no es una figura a la que se le puedan inferir una serie de poderes o carácter sobrenatural?
Jung lo define como la totalidad del inconsciente,  ese aspecto de la personalidad que se caracteriza por los rasgos y las actitudes que el YO no reconoce como propias y que están enterradas en lo más profundo de la personalidad.

“Uno no se ilumina imaginándose figuras de luz, si no haciendo consciente la oscuridad”

La Sombra es la parte reprimida, esa personalidad oculta que cada vez que se piensa en ella nos hace sentir culpables o inferiores. Esas tendencias morales, los instintos, que se desechan porque van en contra de lo establecido y sobre las que la sociedad nos ha convencido de que son malas y perjudiciales para el individuo y la convivencia.
Un ejemplo de figura dentro del folkore, fuera de los conceptos religiosos, que representa este arquetipo es el vampiro. Pensemos, por ejemplo, en la importancia de esta figura, ya que todas y cada una de las culturas de este mundo tienen un ser que aúna todas las características de estos seres mitológicos. (Ya trataremos con más profundidad el tema del "upir" mas adelante)
Quien haya leído la novela original de Stoker o haya visto alguna de las películas de Drácula que traten de parecerse lo más posible a la fuente literaria, sabe que la sombra del vampiro tiene carácter propio y que es incluso más perversa que el monstruo mismo.
A todos nos acude la imagen de la sombra de la mano, casi en forma de garra, del conde Orlok estrujando un corazón mientras él no tiene que hacer nada.

Otra representación que puede resultar interesante es la sombra de Peter Pan. Sabemos que Peter encuentra a la familia Darling persiguiendo a su sombra que se ha escapado y tiene vida propia. En la novela y los cuentos no es excesivamente mala, pero es una parte de Pan mucho más salvaje e incivilizada que tiene que recuperar y “coserse” de nuevo para ser controlada y convertirse en un todo. Una vuelta de tuerca más de ésta se da, por ejemplo, en la tercera temporada de la serie fantástica “Once Upon a Time” en la que La Sombra de Peter Pan adquiere un protagonismo casi divino y de maldad absoluta.
El último ejemplo de este arquetipo, y que creo resumirá a la perfección todo lo expuesto anteriormente de una manera más gráfica en su concepto más psicológico del inconsciente humano, es El Misterioso caso del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde.
Se suele identificar esta novela con una literalización de un caso de doble personalidad, y si analizamos la figura de Mr. Hyde, un juego de palabras con el término “hide” que en inglés significa oculto o escondido, vemos un claro ejemplo de que este personaje no es otro si no La Sombra del buen doctor. Ese “monstruo” que forma parte de él, sin moral ni consciencia, sin temor a las consecuencias porque siente estar por encima de ellas.
Más adelante os contaré sobre el hombre real que inspiró a este personaje de ficción.

Por eso lo más cercano a una Sombra en carne y hueso es un psicópata.
Querría añadir, para concluir, que La Sombra, desde mi opinión, son esos pequeños pensamientos o sueños de los que nos hemos levantado asustados de nosotros mismos o con los que hemos empezado a agitar nerviosamente la cabeza de un lado para otro, como para sacarlos de nuestra mente.
No es extraño, no es patológico, no es malo…, simplemente es algo que negamos que exista dentro de nosotros porque nos asusta.
Como dicen los expertos, si te preocupa o turba en alguna ocasión que pudieras ser un psicópata, es que no lo eres, a ellos no les importa ni dudan.


Si os interesa una película que creo que refleja bastante bien el conflicto entre el individuo y su sombra, aunque añada algún toque romántico de un modo más bien gótico, os recomiendo la película Mary Reilly, en la que John Malkovich hace un Doctor Jeckyll sublime en su lucha por controlar a su propio Hyde. 


lunes, 17 de febrero de 2014

OH BROTHER!

Oh musa!
Canta a través de mí la historia
De aquel hombre  avezado en todas las formas de disputa
Un viajero perseguido durante largos años…

Ya comentamos en la primeras publicaciones que íbamos a tratar en ocasiones temas como serie y películas relacionadas con la temática del blog.
La película a tratar hoy es “Oh Brother!” de los hermanos Cohen:

Este film está  ambientado en los estados del sur de los Estados Unidos en una época convulsa en la que el KKK era una fuerza poderosa dentro de la política, la xenofobia y el extremismo religioso campaba a sus anchas respaldada por los gobernantes,  es el telón de fondo de la reinterpretación del mito griego clásico La Odisea, de Homero.

Los tres protagonistas, liderados por un George “Ulysses” Clooney,  huyen de su condena en prisión para recuperar un tesoro que el líder había escondido antes de ser encarcelado, y así poder volver triunfante y rico con su esposa Penny.
En sólo cuatro días que es lo que dura su aventura, ya que la zona en la que está el tesoro va a ser inundada por una compañía eléctrica y tienen que llegar antes de que eso suceda, van a pasar todo tipo de vicisitudes que harán de su periplo una verdadera odisea.

Analicemos los personajes:
Ulysses, el protagonista de la historia, no sólo comparte nombre con el personaje griego, también refleja todas las condiciones psíquicas del mismo. Es muy hombre inteligente, embaucador, un mentiroso de primera, un gran orador al mismo tiempo que un buen líder y una buena persona  en el fondo. No va a dudar para conseguir su objetivo: recuperar su dinero y a su mujer a toda costa.
La mujer del protagonista Penny, abreviatura de Penélope, es un personaje fuerte y decidido que ha perdido la esperanza de volver a tener a su marido a su lado y ,que por su bien y el de sus hijas, decide volver a casarse con alguien que le garantice una posición dentro de la sociedad. Aunque si bien la esposa literaria es una abnegada mujer que va a intentar cualquier cosa por retrasar ese matrimonio esperando que su pareja regrese, las circunstancias y el toque de humor se presenta porque esta Penny  representa  más el siglo en que se sitúa la película convirtiendo las situaciones que se producen dentro del matrimonio en más cómicas.
El ciego “adivino” Tiresias es el primer personaje con el que se encuentran en su huida de la prisión, y les augura que van a tener un viaje mucho más largo y difícil de lo que los protagonistas esperaban en un principio.

Seguidamente se topan con un enorme grupo de gente que van en masa a bautizarse, con lo que los otros dos ladrones deciden unirse al grupo con el pensamiento de dejar su anterior vida atrás de delincuentes y empezar de nuevo como si no hubiera sucedido jamás. Es una referencia a cuando los tripulantes de la nave del Ulises clásico llegan a la isla de los Lestrigones (o lotófagos), unos hombres que al comer una flor que allí crecía olvidaban su pasado y luego Ulises y sus compañeros se ven obligados a llevarse a rastras a aquellos que había consumido la flor porque había olvidado su misión.
No podía faltar la escena de Ulises y las sirenas, representada en esta película como unas jóvenes hermosas lavanderas que están aclarando las ropas en el río y que atraen a los protagonistas con su melodiosa voz, adormeciéndolos. 

A esto inmediatamente le sigue una referencia al pasaje de Circe, en el que convierte en animales a los amigos de Ulises, que en este caso sucede cuando al no encontrar a uno de sus compañeros apareciendo un sapo en su camisa, el más iluso del grupo cree que ha sido hechizado y lo han transformado en este anfibio.
La famosa escena del cíclope Polifemo es sustituida en este film por un embaucador vendedor de biblias tuerto que les invita a comer y los trata lujosamente, como el personaje mitológico, para, en esta ocasión, robarles el dinero que poseían.

Para evitar la boda de su mujer Ulysses y sus amigos, que anteriormente habían formado un grupo de música y habían conseguido mucho éxito en el estado, se disfrazan, tal como hiciera el héroe griego, para engañar y recuperar a su esposa.

A parte de estas referencias mitológicas, la película juega con un contexto histórico que se mezcla con algunas leyendas sureñas tradicionales americanas y del mundo de la música, pero eso ya se sale de nuestra competencia.

Es una película muy entretenida, divertida y altamente recomendable si no la habéis visto.

Un guión impecable con un humor y una narrativa al más puro estilo de los Hermanos Cohen.

lunes, 10 de febrero de 2014

EL TRICKSTER

En el anterior apartado hice un esbozo muy sutil sobre las ideas que transmitió Carl Gustav Jung, el desarrollo de la teoría del Incosciente Colectivo y de los arquetipos.
Considero que la mejor manera de entender que es un arquetipo y que representa dentro de nuestra mentalidad es a través de los ejemplos, más que con la definición más teórica y prosaica, pero no podemos obviarla.
En esta ocasión he querido empezar por uno de los arquetipos más polémicos a la hora de definirlo y que por ello me resulta de los más interesantes a la hora de ser estudiados desde la mitología y desde la psicología ya que sus límites no se encuentran tan definidos como con otros: el Trickster.
Un Trickster es una personificación de tipo divino o sobrenatural, la mayoría de las veces en forma humana y masculina (aunque también hay tricksters femeninos y animales) que se dedica a embaucar, desobedecer las reglas y las normas que componen al mundo ya sea por diversión o por beneficio propio. En ocasiones se le presenta como alguien avispado, con bastante suerte, que es capaz de darle la vuelta a las cosas y del que nunca sabes si está de parte del bien o del mal. No puede decirse que los trickster sean malvados de por sí, por ejemplo los duendes tales como los pixies o los leprechauns irlandeses son un buen ejemplo en la mitología popular, simplemente viven al margen de las reglas de los demás y suelen buscar el beneficio propio, suelen tener un carácter algo cínico e irónico.
Con la llegada del cristianismo y su visión maniqueísta del bien y el mal sin matices de grises, estos personajes se verían transformados a su elemento más negativo que es el del engaño y traición, convirtiéndose en diablos no excesivamente malvados o crueles y espíritus burlones. Se puede encontrar en otros estudios como la imagen del Diablo tiene ese elemento tentador y de doble juego que llega implícito el concepto del trickster, pero ese personaje tiene unos matices mucho más complejos que trataremos más adelante.
Es probable que sea más sencillo de entender si os presento algunos ejemplos más algo mas "visuales".
En la mitología griega hay dos dioses que cumplen estos rasgos: Dionisio y Hermes. Son deidades de cierto carácter festivo, voluble, embaucador  y hasta cierto punto tramposo en alguno de sus mitos. Son considerados artistas del engaño y del disfraz de la misma manera que lo son otros personajes no divinos como Ulises dentro de esa misma mitología, en algunas de sus primeras etapas el dios hindú Krishna, Huehuecóyotl en la cultura azteca o quizá uno de los trickster más icónicos: el dios nórdico Loki.
Entre muchas de sus aventuras y ser el culpable de iniciar la caída de los dioses, el Ragnarok, se encuentra el engañar tanto a mortales como a dioses y gigantes ayudando a unos y otros según le conviniera. Si os interesa alguna de estas historias os recomiendo que os leáis la que habla del robo del martillo de Thor y como Loki convence al poderoso dios del trueno a travestirse y fingir la boda con un gigante para poder recuperarlo.
Dentro de la literatura popular los genios orientales salidos de lámparas que conceden deseos, pero que siguen la regla del “cuidado con lo que deseas porque puede convertirse en realidad” han cumplido ese rol, pero quizá si conocéis los cuentos tradicionales occidentales podréis identificar la personalidad de un trickster a la perfección en la figura de Rumpelstilskin. Ese duende que teje paja hasta convertirla en oro para ayudar a una muchacha en apuros, pero siempre por un precio que acaba volviéndose contra ella misma, a no ser que se juegue con las mismas reglas que el embaucador, osea, ninguna.

Sé que no es una apreciación únicamente mía cuando digo que los tricksters, sencillamente, molan.
¿Verdad Loki?



lunes, 3 de febrero de 2014

CARL GUSTAV JUNG: EL INCONSCIENTE COLECTIVO Y LOS ARQUETIPOS

Para entender algunos de los post que aquí iremos colgando sobre antropología, mitología comparada y aquellos temas que he expuesto con anterioridad en las primeras publicaciones, creo necesario prestar una especial atención a una figura del siglo XX que marcará un antes y un después tanto en la ciencia de la psicología como en muchas otras áreas: 
Carl Gustav Jung.

De una manera muy resumida diremos que Jung fue uno de los primeros psicoanalistas, contemporáneo y colega de Freud durante su primera etapa, del que luego se distanciará, y que profundizó en aquellos temas que el padre de la Psiquiatría moderna consideraba intrascendentes o poco ortodoxos por ser “menos” científicos.
Jung va a enfatizar sus estudios dirigidos a la psique, su estructura y lo que de ella deriva a través de sueños o de manifestaciones culturales y sociales que acaban conformando un sistema de conducta universal.
Fue uno de los primeros en incorporar otras disciplinas tales como humanidades, filosofía, historia de las religiones, sociología y antropología para llegar a entender mejor el funcionamiento de las conductas y de la mente humanas. Esto le supondría un motivo de ruptura con aquellos especialistas más heterodoxos que enfocaban sus estudios por entonces, casi en su totalidad en a las conductas relacionadas con el tema de la libido.


Si bien ya se había investigado la importancia de los sueños y su interpretación por medio de la simbología, incluso desde tiempos del mismísimo Platón, Jung fue él el primero en establecer una investigación exhaustiva  y darle un enfoque científico a esta área de la mente humana y sus manifestaciones.
Con esta idea Jung elaborará un concepto que si bien fue muy discutido en su momento tildándolo de pseudo-esotérico, en estos momentos del siglo XXI se considera en muchos ámbitos de la psicología, psiquiatría, antropología, filosofía e historia de las religiones un pilar fundamental. Ese concepto será: el Inconsciente Colectivo.
El Inconsciente Colectivo es, de manera muy resumida, un sustrato mental común que comparten todas las culturas de todos los tiempos que se ha construido a través de símbolos primitivos y que expresan los contenidos más profundos de la psique humana, trascendiendo el propio inconsciente el individuo. De esa manera vemos como los mitos y las leyendas de distintos pueblos de la Tierra, sus miedos y sus esperanzas, acaban siendo casi iguales sin importar la cultura a la que pertenezcan o el tiempo en que hayan vivido.
¿Cuáles son esos símbolos, esa iconografía que usa la mente humana dentro de este concepto? Jung definirá estos elementos como los Arquetipos, que conforman la imagen más básica de este inconsciente colectivo.
Los arquetipos, o símbolos primordiales, son aquellas imágenes dentro del inconsciente, generalmente identificadas con la fantasía o con el mundo de los sueños que correlacionan los motivos universales del pensamiento humano y las religiones.
Enumerando los estos símbolos quizá sea más sencillo de comprender: la madre, el padre, el viejo sabio, el héroe, la muerte, el niño eterno, la sombra, el trickster… contienen un gran significado emocional que se “manifiesta” tanto a nivel individual a modo de “complejos” o bien de manera colectiva como base de una cultura.
Decía Jung que es: “una tendencia innata a generar imágenes con intensa carga emocional que expresan la primacía relacional de la vida humana”.

Iremos adentrándonos poco a poco en cada uno de estos arquetipos, usándolos para identificar dioses, leyendas y mitos compartidos por toda la humanidad con ejemplos concretos y fáciles de reconocer.

P.D. Si os apetece ver una película relacionada con los primeros pasos de Jung y su relación con Freud os recomiendo esta, aunque no esté directamente relacionada con su elaboración del inconsciente colectivo: