lunes, 13 de abril de 2015

PRIMITIVA MODERNIDAD

La “evolución” no deja de ser una cosa curiosa.
Hemos pasado de usar bifaces y láminas de sílex, a crear el acero más perfecto e inoxidable. Pero en los últimos años del tiempo actual podemos encontrar los cuchillos mas chic, modernos e ideales para los chefs mas exigentes realizados de nuevo en los mismos materiales que usábamos hace miles de años. Basta con buscar un poco en Google para encontrar este tipo de herramientas. Incluso ya hay clínicas de estética que están usando bisturíes con punta de obsidiana en vez de metal porque el corte es más limpio y cicatriza mucho mejor. 

En serio, son cuchillos de obsidiana

Los carbones que tiznaban las paredes y los hogares en la Prehistoria y servían para pintar, no se distinguen de los carboncillos o del grafito del lápiz que empleamos para dibujar en nuestros lienzos. 
Bien es verdad, que el bolígrafo es un gran invento, pero me hace gracia pensar en una hoja de hace solo unos años, cuando ves como su tinta va desapareciendo, hasta que no queda nada de ella con el tiempo. Y, sin embargo, ese persistente grafito dice que se queda, y se queda. 
La tecnología es quizá lo que más ha ido evolucionado de nuestro mundo, porque lo que es nosotros y nuestros gustos…

¿No me creéis?
Id a un mueso de Arqueología o de Historia, y luego pasead por la calle o los centros comerciales. Luego salid de allí, recorred las calles comerciales, mirad los escaparates y me entenderéis.

Yo cuando lo hago no puedo evitar reírme
Visitemos el área de Prehistoria, al lado de la sección de primeras marcas en oferta. Acompañadme.

La cuentas de hueso pulido en forma esférica par formar un brazalete, las plaquitas de marfil y hueso, dientes colocados en un collar perfectamente simétrico. 
Esos pendientes de madera que servían para agrandar el lóbulo, o esas “espinas” de raíz que atraviesan la oreja de lado a lado. Observad esa gente tan "moderna" y veréis a nuestros antepasados, con sus rastas, con sus barbas descuidadas. 


Ahora ponedle a esa imagen unos vaqueros, una camiseta, un bonito eyeliner y deportivas. 

¡El Afarensis camina por nuestras calles! Los Neander ocupan las facultades, los Austro pasean por Gran Via, los Floriensis regresan de la Tierra Media…

¿Y qué decir de los complementos?
Collares o pulseras como los anteriormente descritos podemos encontrarlos en cualquier mercadillo de la fiesta de algún pueblo o alguna cuidad. Si, esos que lucen los mas modernos. Pero si queremos ya rebasar lo cool, veremos reproducciones a unos precios al nivel del barril de crudo que están hechos en las tiendas más IN


Son piezas arqueológicas pero apuesto a que habéis visto cosas 
casi iguales en las tiendas del centro de la ciudad.

¡Oh, las botas peludas! ¿Qué me decís de las botas de Yeti o de Chewacca?

En la Era Glaciar hicieron furor y se las podía ver en todas las grandes pasarelas como la del Estrecho de Bering. ¿Y ahora? Todos podemos lucirlas (de todos los colores imaginables e inimaginables) en pleno verano con una bonita minifalda de tablas. 


¡Oh, ese dulce primitivismo, la prehistoria viva!
A quien no le guste la Historia que mire su armario y su joyero, y verá que el Pasado siempre está Presente. 

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