Para
entender algunos de los post que aquí iremos colgando sobre antropología,
mitología comparada y aquellos temas que he expuesto con anterioridad en las
primeras publicaciones, creo necesario prestar una especial atención a una
figura del siglo XX que marcará un antes y un después tanto en la ciencia de la
psicología como en muchas otras áreas:
Carl Gustav Jung.
De una
manera muy resumida diremos que Jung fue uno de los primeros psicoanalistas, contemporáneo
y colega de Freud durante su primera etapa, del que luego se distanciará, y que
profundizó en aquellos temas que el padre de la Psiquiatría moderna consideraba
intrascendentes o poco ortodoxos por ser “menos” científicos.
Jung va a
enfatizar sus estudios dirigidos a la psique, su estructura y lo que de ella
deriva a través de sueños o de manifestaciones culturales y sociales que acaban
conformando un sistema de conducta universal.
Fue uno de
los primeros en incorporar otras disciplinas tales como humanidades, filosofía,
historia de las religiones, sociología y antropología para llegar a entender
mejor el funcionamiento de las conductas y de la mente humanas. Esto le
supondría un motivo de ruptura con aquellos especialistas más heterodoxos que enfocaban sus estudios por entonces, casi en su totalidad en a las conductas relacionadas con el
tema de la libido.
Si bien ya
se había investigado la importancia de los sueños y su interpretación por medio
de la simbología, incluso desde tiempos del mismísimo Platón, Jung fue él el primero
en establecer una investigación exhaustiva
y darle un enfoque científico a esta área de la mente humana y sus
manifestaciones.
Con esta
idea Jung elaborará un concepto que si bien fue muy discutido en su momento
tildándolo de pseudo-esotérico, en estos momentos del siglo XXI se considera en
muchos ámbitos de la psicología, psiquiatría, antropología, filosofía e
historia de las religiones un pilar fundamental. Ese concepto será: el
Inconsciente Colectivo.
El
Inconsciente Colectivo es, de manera muy resumida, un sustrato mental común que
comparten todas las culturas de todos los tiempos que se ha construido a través
de símbolos primitivos y que expresan los contenidos más profundos de la psique
humana, trascendiendo el propio inconsciente el individuo. De esa manera vemos como
los mitos y las leyendas de distintos pueblos de la Tierra, sus miedos y sus
esperanzas, acaban siendo casi iguales sin importar la cultura a la que
pertenezcan o el tiempo en que hayan vivido.
¿Cuáles son
esos símbolos, esa iconografía que usa la mente humana dentro de este concepto?
Jung definirá estos elementos como los Arquetipos, que conforman la imagen más
básica de este inconsciente colectivo.
Los
arquetipos, o símbolos primordiales, son aquellas imágenes dentro del
inconsciente, generalmente identificadas con la fantasía o con el mundo de los
sueños que correlacionan los motivos universales del pensamiento humano y las
religiones.
Enumerando
los estos símbolos quizá sea más sencillo de comprender: la madre, el padre, el
viejo sabio, el héroe, la muerte, el niño eterno, la sombra, el trickster… contienen
un gran significado emocional que se “manifiesta” tanto a nivel individual a
modo de “complejos” o bien de manera colectiva como base de una cultura.
Decía Jung
que es: “una tendencia innata a generar imágenes con intensa carga emocional
que expresan la primacía relacional de la vida humana”.
Iremos
adentrándonos poco a poco en cada uno de estos arquetipos, usándolos para
identificar dioses, leyendas y mitos compartidos por toda la humanidad con ejemplos
concretos y fáciles de reconocer.
P.D. Si os apetece ver una película relacionada con los primeros pasos de Jung y su relación con Freud os recomiendo esta, aunque no esté directamente relacionada con su elaboración del inconsciente colectivo:
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