lunes, 10 de febrero de 2014

EL TRICKSTER

En el anterior apartado hice un esbozo muy sutil sobre las ideas que transmitió Carl Gustav Jung, el desarrollo de la teoría del Incosciente Colectivo y de los arquetipos.
Considero que la mejor manera de entender que es un arquetipo y que representa dentro de nuestra mentalidad es a través de los ejemplos, más que con la definición más teórica y prosaica, pero no podemos obviarla.
En esta ocasión he querido empezar por uno de los arquetipos más polémicos a la hora de definirlo y que por ello me resulta de los más interesantes a la hora de ser estudiados desde la mitología y desde la psicología ya que sus límites no se encuentran tan definidos como con otros: el Trickster.
Un Trickster es una personificación de tipo divino o sobrenatural, la mayoría de las veces en forma humana y masculina (aunque también hay tricksters femeninos y animales) que se dedica a embaucar, desobedecer las reglas y las normas que componen al mundo ya sea por diversión o por beneficio propio. En ocasiones se le presenta como alguien avispado, con bastante suerte, que es capaz de darle la vuelta a las cosas y del que nunca sabes si está de parte del bien o del mal. No puede decirse que los trickster sean malvados de por sí, por ejemplo los duendes tales como los pixies o los leprechauns irlandeses son un buen ejemplo en la mitología popular, simplemente viven al margen de las reglas de los demás y suelen buscar el beneficio propio, suelen tener un carácter algo cínico e irónico.
Con la llegada del cristianismo y su visión maniqueísta del bien y el mal sin matices de grises, estos personajes se verían transformados a su elemento más negativo que es el del engaño y traición, convirtiéndose en diablos no excesivamente malvados o crueles y espíritus burlones. Se puede encontrar en otros estudios como la imagen del Diablo tiene ese elemento tentador y de doble juego que llega implícito el concepto del trickster, pero ese personaje tiene unos matices mucho más complejos que trataremos más adelante.
Es probable que sea más sencillo de entender si os presento algunos ejemplos más algo mas "visuales".
En la mitología griega hay dos dioses que cumplen estos rasgos: Dionisio y Hermes. Son deidades de cierto carácter festivo, voluble, embaucador  y hasta cierto punto tramposo en alguno de sus mitos. Son considerados artistas del engaño y del disfraz de la misma manera que lo son otros personajes no divinos como Ulises dentro de esa misma mitología, en algunas de sus primeras etapas el dios hindú Krishna, Huehuecóyotl en la cultura azteca o quizá uno de los trickster más icónicos: el dios nórdico Loki.
Entre muchas de sus aventuras y ser el culpable de iniciar la caída de los dioses, el Ragnarok, se encuentra el engañar tanto a mortales como a dioses y gigantes ayudando a unos y otros según le conviniera. Si os interesa alguna de estas historias os recomiendo que os leáis la que habla del robo del martillo de Thor y como Loki convence al poderoso dios del trueno a travestirse y fingir la boda con un gigante para poder recuperarlo.
Dentro de la literatura popular los genios orientales salidos de lámparas que conceden deseos, pero que siguen la regla del “cuidado con lo que deseas porque puede convertirse en realidad” han cumplido ese rol, pero quizá si conocéis los cuentos tradicionales occidentales podréis identificar la personalidad de un trickster a la perfección en la figura de Rumpelstilskin. Ese duende que teje paja hasta convertirla en oro para ayudar a una muchacha en apuros, pero siempre por un precio que acaba volviéndose contra ella misma, a no ser que se juegue con las mismas reglas que el embaucador, osea, ninguna.

Sé que no es una apreciación únicamente mía cuando digo que los tricksters, sencillamente, molan.
¿Verdad Loki?



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