En el post
anterior mencionaba que los mitos han estado desde que el primer momento en que
el homo sapiens comenzó a usar el pensamiento abstracto. De la misma manera comentaba
que todas las culturas comparten una serie de patrones que se pueden identificar
en la gran mayoría de estos mitos, pues responden a unos mismos miedos que se
han compartido desde antiguo.
Carl A. Jung acuñó, a principios del siglo XX, un concepto dentro de la psicología analítica que bautizaría como “inconsciente colectivo” que viene a decir que hay un sustrato común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por primitivos con los que se puede expresar un contenido de la que está más allá de la razón tangible. Fue uno de los primero en estudiar a fondo la mitología comparativa como medio para demostrar así sus teorías sobre este concepto, y creará una serie de arquetipos, que hemos mencionado anteriormente y que trataremos en un post aparte, que marcan los patrones de cada una de las religiones.
Carl A. Jung acuñó, a principios del siglo XX, un concepto dentro de la psicología analítica que bautizaría como “inconsciente colectivo” que viene a decir que hay un sustrato común a los seres humanos de todos los tiempos y lugares del mundo, constituido por primitivos con los que se puede expresar un contenido de la que está más allá de la razón tangible. Fue uno de los primero en estudiar a fondo la mitología comparativa como medio para demostrar así sus teorías sobre este concepto, y creará una serie de arquetipos, que hemos mencionado anteriormente y que trataremos en un post aparte, que marcan los patrones de cada una de las religiones.
Ahora inicio
mi narración sobre el origen del mundo, se una manera muy resumida, según distintas religiones antiguas:
Mito griego
del Origen según Hesiodo:
Al principio
de los tiempos sólo existía el Caos, un vacío profundo del que surgirá Gea (la
Tierra) y los primeros dioses como Urano (el cielo), Eros (el amor), la creación
del Tártaro y Érebo. La diosa de la Tierra y Urano se convirtieron emparejaron
y de su unión surgieron los Titanes (Rea, Océano, Tetis, Crono…), los Cíclopes
y los Hecatónquiros. El Titán más joven, Crono se revelará contra su padre y le
cortará los genitales para no tener más hermanos, arrojándolo sus órganos al
mar y de su espuma nacerá la diosa Afrodita, diosa del amor, la pasión y la
belleza.
Crono se
desposará con su hermana Rea y los Titanes se convertirán en su corte. A Crono
se le había profetizado que uno de sus hijos se levantaría contra él y le
arrebataría el trono como él había hecho con su padre, por lo que cada vez que
Rea daba a luz el devoraba a cada uno de sus hijos. Cuando nació Zeus, Rea
cansada de que su marido se comiera a su prole, se dio una piedra envuelta en
sábanas y pañales que Crono tragó sin masticar mientras su hijo se encontraba
oculto en una cueva, a salvo. Cuando Zeus alcanzó la suficiente edad, e
incitado por su madre, aprovechando que Crono dormía, su hijo le abrió el
estómago y sacó a los hermanos que éste había devorado. Juntos, organizaron una
guerra para acabar con su padre y enviar al resto de los Titanes al Tártaro.
Tras la
batalla, entre los tres hermanos principales se repartirán los reinos a
gobernar:
Zeus
reinaría sobre el cielo y tierra, Poseidón sería el soberano de las aguas
saladas y Hades se encargaría del Inframundo y vigilante de las celdas en que
los Titanes y su padre se encontraban atrapados para siempre.
Mitología
nórdica:
En los principios se encontraba distintos
mundos conviviendo: el mundo de hielo Niflheim, y el mundo de
fuego Muspelheim,
y entre ellos estaba el Ginnungagap,
el vacío en el que existía la nada. En Niflheim había una fuente de aguas
heladas, llamado Hvergelmir , que era un geiser hirviente que
hacía que sus aguas al caer aterrizaban en Ginnungagap. Al tomar contacto con
el vacío frio, estas gotas se transformaban en hielo, hasta que terminó
llenándolo todo. Las ascuas encendidas de Muspelheim caían sobre el hielo,
creando grandes nubes de vapor de agua, que al llegar otra vez a Niflheim,
creaban bloques de hielo, formando nuevas estructuras. De esta manera se
formaron Ymir, uno de los primeros gigantes y su vaca Auðumbla de la cual se alimentaba Ymir bebiendo
su leche. Ésta lamió el hielo, creando el primer dios, Buri, que fue padre de Bor, quien a su vez fue padre de los
primeros Æsir: el gran Odín,
y sus hermanos Vili y Ve.
Ymir era un hermafrodita y él solo creó la raza de los gigantes. Luego los hijos
de Bor, asesinaron a Ymir y de sus miembros crearon el mundo en el que luego
vivirían los dioses, los gigantes y los humanos. En el Völuspá se describe
el gran fresno Yggdrasil que une los
distintos reinos en que viven cada raza, y
a las tres nornas junto con sus
nombres; Urðr, Verðandi , y Skuld
que son la encarnación el pasado, presente y futuro, quienes tejían los hilos
del destino de todos los seres, divinos y mortales.
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