Esta
semana quiero hablar de una serie que me ha sorprendido muy gratamente.
Reconozco
que no suelo ser una gran seguidora de series españolas, pero reconozco que en el último año
la calidad de los guiones y los argumentos han aumentado con respecto a lo que
estamos acostumbrados.
Enterarme
de que Televisión Española iba a acometer un reto como es una serie de ciencia
ficción y viajes en el tiempo, para una enamorada de este género como soy yo, me hizo sentir terror ante cuando oí hablar de El Ministerio del Tiempo.
Me
daba la impresión de que iban a intentar una especie de versión española de
Doctor Who y desde una whovian eso era casi una herejía.
Me
senté en el sillón ese martes con la familia, muy poco convencida e lo que iba a ver, pero tuve que tragarme
mis palabras casi desde el primer minuto, descubriéndome con una sonrisa que me duró hasta los títulos de crédito finales.
Procuraré
no hacer spoilers para que nadie que no la haya visto aún no se enfade o le
robe las sorpresas.
El
argumento se basa en que dentro del Gobierno Español hay un Ministerio del que
nadie de la gente común ha sabido jamás Es secreto y su misión es mantener la Historia de
España y el mundo tal y como ha sucedido en el pasado, y sus eventos y personajes claves inalterados para que no haya problemas temporales y se vaya todo a paseo.
En
este lugar subterráneo, (escondido en pleno centro de Madrid) hay cientos, quizá miles de puertas que conducen a
distintas épocas de la Historia, siempre hacia el pasado, y los funcionarios han
de encargarse de mantener todo al día, invariable y ordenado.
El
trio protagonista está conformado por estos personajes:
Un antiguo soldado de los Tercios de las
Guerras de Flandes llamado Alonso de Entrerríos, rudo, noble, leal, disciplinado y al que le cuesta entender que España aún no sea un Imperio donde no se pone el Sol.
Amelia Floch, la primera mujer española en ingresar en la Universidad, muy despierta, inteligente, acostumbrada a enfrentarse al machismo culta y resolutiva pero con cierta ingenuidad en algunas situaciones debido a su juventud.
Y Julián Martínez, un enfermero del SAMUR viudo con pocas ganas de vivir, no demasiado culto pero muy práctico y vivido que encuentra en este funcionariado un nuevo motivo que le da sentido a su vida.
Éste
último es con el que el espectador va a poder sentirse más identificado, tentado a pensar como él y usar los mismos guiños y referencias que él mismo
hace.
Para
una arqueóloga/historiadora como yo, hay muchas escenas que son una delicia, las
referencias y las ambientaciones me gustan bastante, aunque mucho de ello sea croma. Este "amor" en parte se
debe a que ha sido el sueño de todo enamorado de la Historia el poder viajar
al pasado, conocer a las grandes figuras que se reflejan en los libros y los
registros, y siempre todos nos hemos sentido alguna vez tentados a preguntarnos el eterno
“¿Qué hubiera pasado si?”.
Todo
eso lo tiene la serie en abundancia.
También encontramos crítica social y política a la situación
actual, pues la gente que allí está no dejan de ser funcionarios de un
Ministerio y como tal tienen que asumir recortes, cambios de ideologías y de gobiernos… un trabajo emocionante, a veces, pero no exento de burocracia, papeleos y misiones que te tocan porque no tienes otra y pueden no ser bonitas no agradables.
Lo
bueno también es el juego que da la idea de que algunos de los trabajadores del
Ministerio sean personajes de otros tiempos, especialistas en lo suyo,
reclutados para echar una mano de continuo o en momentos puntuales. No voy a decir nada más a este respecto, para que os llevéis la sorpresa en el primer capítulo.
Sabéis
que me está costando mucho no decir nada porque se me suelen escapar los
spoilers y tengo que sujetarme la lengua, pero es que son cosas tan jugosas que
quiero que el espectador se sorprenda y sonría como yo lo hice, pues realmente
merece la pena.
Así
pues hago público mi craso error por pensar de primeras que España no podía
hacer buenas producciones de ciencia ficción, por creer que iba a ser una copia
triste de Doctor Who, y doy gracias por ese “Zas en toda la boca” que me han
hecho los Hermanos Olivares y todo el equipo y casting de la serie.
Mi
más sincera enhorabuena y gracias por hacerme esperar con ansia a que llegue el
siguiente lunes para ver un capítulo nuevo.
Así pues os invito a disfrutar de este Ministerio y las aventuras de sus funcionarios.
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